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La política exterior de la Unión Europea y Rusia y el conflicto de Ucrania protagonizan la sesión de hoy del Módulo Jean Monnet, organizado en colaboración con el AUHR

La política exterior de la Unión Europea y Rusia y el conflicto de Ucrania protagonizan la sesión de hoy del Módulo Jean Monnet, organizado en colaboración con el AUHR

En el marco de sus prácticas en el AUHR por el Programa de Experto Universitario en Español para Fines Específicos y Traducción Especializada de Ruso y Español, la alumna Ekaterina Tarasova nos envía la siguiente reseña sobre la sesión de hoy del Módulo Jean Monnet sobre Política Exterior de la Unión Europea, a cargo del profesor de la Universidad de Cádiz Miguel Ángel Acosta y cuyo tema principal ha sido precisamente la política exterior de la Unión Europa y su ampliación a Europa del Este.

Momentos destacados de la exposición del Dr. Acosta:

Tras una primera parte de la clase, en la que el profesor Miguel Ángel Acosta ha descrito las exigencias necesarias para que un país pueda ser miembro en la Unión Europea y ha hecho un recorrido por la historia de la formación de la Unión Europea, dando información sobre los países que desean ser miembros de la UE, Turquía especialmente, la segunda parte se ha dedicado a Rusia y el conflicto en Ucrania, con especial atención a la cuestión de Crimea.

Sobre las relaciones Rusia – UE, se ha destacado que, en un mundo globalizado y marcado por abundantes retos y desafíos que ponen en cuestión la propia supervivencia humana (terrorismo internacional, armas de destrucción masiva, narcotráfico, etc.), la cooperación entre las naciones se ha convertido en una necesidad de primer orden; y es en este marco de urgencia donde operan las relaciones entre Rusia y la Unión Europea, sin olvidar, por supuesto, a Ucrania, país condenado por su geografía a ejercer de puente de unión, con encuentros y desencuentros, entre ambas potencias. Sus evidentes relaciones de suma necesidad para ambos nunca se han visto libres de tensiones, que muchas veces amenazan con retornar a sus gélidos cuarteles de invierno, es decir, la época de la cruenta Guerra Fría, cuando sólo se mantenían unos tímidos contactos, y ello, a pesar de que se alzaran en su contra muchas voces, en especial, la de Charles de Gaulle, que exigía realizar un acercamiento fructífero entre ambas partes, si bien es cierto que nunca se debe descuidar el factor Washington.

Tras la caída del Muro de Berlín, acontecimiento que supuso el final de la Guerra Fría y la posterior recuperación de Rusia de la grave crisis económica que sufrió en los años noventa, crisis que implicó en su día nefastas consecuencias para Moscú y sus áreas vitales de influencia, tales como Cuba, los dos gigantes mundiales abrieron una nueva época de relaciones diplomáticas, caracterizadas por el buen entendimiento y la cooperación mutua entre ambas partes, alcanzando su punto álgido en 2005, cuando se establecen los cuatro espacios comunes. Desgraciadamente, esos nuevos aires de confianza y respeto mutuo nunca se han librado del todo de negros nubarrones (por ejemplo, Georgia, 2008) que han venido minando la confianza entre ambas partes y que explotaron el pasado año con la grave crisis de Ucrania.

Sobre el conflicto ruso-ucraniano por Crimea y comparando siempre la situación de Crimea con la independencia de Kosovo (Rusia no reconoce Kosovo como un país independiente), el Dr. Acosta considera que es lógico que el mundo no reconozca la anexión de Crimea por Rusia y que se adopten sanciones contra este país y algunos de sus ciudadanos destacados, que ya no tienen acceso al territorio de la Unión Europea. Se considera el referéndum en Crimea como un acto arbitrario, no autorizado por el jefe del Estado ucraniano y controlado por los soldados rusos desplazados a la zona.

Una visión más completa del Dr. Acosta sobre el asunto puede consultarse en el siguiente artículo: http://www.ieee.es/Galerias/fichero/docs_opinion/2014/DIEEEO142-2014_Secesion_DchoInternacional_Crimea_MA.Acosta.pdf

Al final de la sesión, se produjeron unos debates intensos sobre este tema y el profesor concedió la palabra a los alumnos, algunos de los cuales, en especial los de procedencia rusa, no compartían los postulados defendidos por el docente.

Intercambio de ideas e intervenciones de los alumnos:

La cuestión de la anexión de Crimea por parte de Rusia ha sido sin duda la que más debate ha generado en la clase, produciéndose un intenso y fructífero intercambio de pareceres entre el docente y los propios alumnos. Cabe destacar que este debate se mantuvo alejado del fanatismo que defienden los medios de ambos bandos. Desde posturas racionales, argumentadas y académicas, unos lo interpretan como una agresión de Rusia a un país miembro de Naciones Unidas, dando la espalda al derecho Internacional, e incluso, amenazando la paz mundial, debido a la presencia de elementos exteriores a la crisis, mientras que otros culpan a la OTAN de no respetar la cumbre de Budapest (1994) y consideran el referéndum de Crimea de 2014 en la misma línea en que se celebraron otros antes, en especial el de Kosovo.

Alumnas rusas, como Anna Shepeleva, de la Universidad de Amistad de los Pueblos (Moscú) o Nina Prytkova, procedente de Voronezh, no comparten las tesis occidentales defendidas por el Dr. Acosta sobre que, por ejemplo, Rusia cortase el gas a Ucrania por motivos políticos, ya que Ucrania mantiene una deuda enorme por impagos con Rusia y, por contrato, Rusia le vende a Ucrania el gas, como a todos sus socios, mediante un sistema de cobro adelantado. A estas ciudadanas rusas le indigna igualmente que se hable de anexión ilegal de la Península de Crimea, alegando varias razones:

  1. La Península de Crimea pertenece al Imperio Ruso desde hace 3 siglos y entró a formar parte de la Unión Soviética como parte del Imperio Ruso, no de Ucrania.
  2. No existe ningún documento que avale la transacción de Crimea a Ucrania que realizó el antiguo líder soviético Nikita Khruschev.
  3. En 1991, en la península de Crimea, antes de la disolución de la URSS, se celebró un referéndum acerca de la pertenencia estatal de la península. Según los resultados de dicho referéndum, la mayoría absoluta (algo más del 90%), votaron por mantener la República Autónoma de Crimea dentro de la República Socialista Soviética Socialista de Ucrania, pero siempre dentro de la Unión Soviética.
  4. Las manifestaciones y el movimiento de la anexión de Crimea surgieron como consecuencia del decreto del nuevo gobierno ucraniano que prohibía la lengua rusa como lengua oficial y de comunicación en toda Ucrania, incluida la península de Crimea. En ese momento comenzó el movimiento nacionalista ucraniano de derrumbar todos los monumentos históricos que hacían referencia o estaban relacionados con el pasado soviético o ruso de las ciudades. Estos hechos son los que han llevado a la población de Crimea a optar por ser parte de Rusia y no porque los soldados con fusiles les dijeran lo que tenían que votar.
  5. Durante el proceso de referéndum en Crimea y el movimiento de separación de Ucrania no se ha producido ni un solo disparo. Rusia no mandó tropas a la península, ya que en Sevastopol existe una base militar rusa desde hace ya 3 siglos y fue construida en tiempos de la emperatriz Catalina la Grande.