Enseñando español en Asia Central: La experiencia de Diego Gabriel Amado García en la Universidad Nacional Euroasiática L.N. Gumilyov
Casa Asia y el Centro CUNEAC de la Universidad de Cádiz Iniciamos una nueva rúbrica en el Observatorio de Asia Central llamada “Enseñando español en Asia Central”. El primer testimonio nos llega del docente español Diego Gabriel Amado García en la Universidad Nacional Euroasiática L.N.Gumilyov (Astaná, Kazajistán), al que agradecemos que nos cuente en primera persona su experiencia docente en una de las mejores universidades centroasiáticas:
Los últimos tres cursos universitarios he tenido la oportunidad y placer de trabajar como profesor online de español en la universidad Nacional Euroasiática L.N. Gumilyov (ENU por sus siglas internacionales en inglés). Han sido cursos llenos de buenas y gratificantes experiencias, pero también con desafíos constantes. Las especificidades de la enseñanza online me han impuesto un aprendizaje y esfuerzo constante por mantener el interés y la comunicación con los estudiantes.
ENU es una de las universidades con mayor prestigio en Asia Central. Cuenta con numerosos reconocimientos a nivel internacional, una gran oferta de titulaciones universitarias, formación profesional, posgrados, y programas de investigación.
Además, la institución mantiene una extensa cooperación internacional a través de 130 acuerdos con instituciones extranjeras en EU, EE. UU., Oceanía, Asia y África.
En estos años, he tenido el placer de ver como muchos de mis estudiantes conseguían becas que les permitían estudiar un curso o un semestre en el extranjero. Estas experiencias no solo tienen una importancia formativa, sino que suponen una gran herramienta de preparación para el mundo global en el que les va a tocar vivir y trabajar.
Llegué a Kazajistán en 2015. Durante ese año estuve trabajando en la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España en Almaty. Posteriormente, volví a España, durante 8 meses, para formarme y finalmente regresé a Kazajistán, a Astaná con la tarea de poner marcha una planta de fabricación de poliéster, aunque un año después acepté el desafío de tratar de desarrollar plantas de tratamiento de residuos.
Durante mis años de estudiante ya había impartido clases de diversas materias, pero fue durante mi estancia en Astaná cuando me ofrecieron impartir clases privadas de español y poco a poco fui teniendo más alumnos.
Cuando llegó la pandemia la Universidad me contactó para ver si estaba interesado en dar clases online. Desde un primer momento me encantó la idea de poder desarrollar una actividad docente a nivel universitario y fomentar el interés en Kazajistán sobre la cultura y la lengua española.
Desde un principio, la administración de la universidad me apoyó y dio facilidades para poder llegar a los alumnos y cumplir con los objetivos de cada asignatura.
A la hora de impartir clase siempre me ha gustado hacerlo de forma dinámica mediante ejemplos y una participación activa de los estudiantes.
En mi opinión, una lengua no es solo un léxico y unas normas gramaticales. Una lengua es ante todo una forma de ser, ver y vivir el mundo. La cultura detrás de una lengua es casi tan importante como las conjugaciones verbales o las palabras que se usan.
Las lenguas ante todo son herramientas, puentes que sirven para unir a dos interlocutores, y como tal están vivas y en desarrollo constante.
Por ello, dentro de mi metodología de enseñanza siempre trato de averiguar los intereses del alumno en el aprendizaje del español. Y es a través de estos intereses que puedo construir un puente con él. Ese ¿Por qué? o ese ¿Para qué? es el camino que puede servir para hacerle vivir el español y ver la utilidad real de su aprendizaje.
Aunque trato de no dejar de lado los aspectos más formales del aprendizaje, creo que es también importante que ellos escriban, lean y sobre escuchen el español. Intento que cada ejercicio que me envían para corregir retorne no solo con las correcciones, si no con algo útil para las mismas. Además de los comentarios académicos obvios, les recomiendo música, libros y películas o series para que relacionados con el español y lo que estudiamos, aprendan mientras se divierten.
La verdad es que en general he tenido una muy buena experiencia con los estudiantes de ENU. La mayoría de ellos eligen el español con una razón o un interés personal y no sólo por probar o para conseguir los créditos, y eso se nota en las ganas de aprender. Y bueno, como punto negativo quizás, resaltar la timidez que muchos de ellos muestran a la hora de participar. Muchas veces hay que darles un pequeño empujón para que se pongan en marcha y pierdan el miedo a equivocarse.
Finalmente, me gustaría mandar un mensaje a todos los que se tomen el tiempo de leer este texto. Si sois hispanos y os planteáis venir a ENU como estudiantes de intercambio, no lo dudéis, pues os espera una universidad de gran prestigio y lista a recibiros con los brazos abiertos, y una ciudad, un país y una gente maravillosa, llena de paisajes de película, de retos y de cosas nuevas por descubrir. Y si sois estudiantes kazajos, planteándoos la posibilidad de estudiar español o ir de intercambio a algún país hispano, tampoco lo dudéis. Os espera una cultura colorida y alegre, unas gentes abiertas y unas experiencias que seguramente os dejen una huella para siempre.
Diego Gabriel Amado García
Nota biográfica: Diego Gabriel Amado García ha vivido 7 años en Kazajistán, compaginando su labor docente con distintos trabajos en la administración (ICEX en la Oficina Comercial de Almaty de la Embajada de España) y en empresas españolas, kazajas y mixtas, como Tecnove y otras. En este contexto laboral y personal, ha tenido la oportunidad de viajar extensamente por Asia Central: Kazajistán, Kirguistán o Tayikistán, experiencias que también nos compartirá en próximas entregas en el Observatorio de Asia Central.
Publicado en Observatorio de Asia Central: https://asiacentral.casaasia.es/ensenando-espanol-en-asia-central-la-experiencia-de-diego-gabriel-amado-garcia-en-la-universidad-nacional-euroasiatica-l-n-gumilyov/