Asel Kenzhetaeva es una reputada artista, pintora, ilustradora y diseñadora de vestuario kazaja que vive y trabaja en Almaty, ciudad en la que nació en 1980 y se graduó en 2002 en la Academia Nacional Zhurguenov de Arte de Kazajistán.

Sus obras evocan diferentes sentimientos en el público, desde la admiración y la aceptación hasta la vergüenza y el rechazo. La verdad es que Asel Kenzhetaeva practica un enfoque bastante atrevido en su arte: representa a mujeres kazajas desnudas.

La propia artista tiene una respuesta breve a tales objeciones: el cuerpo desnudo es sólo una herramienta. No hay significados ocultos en ello.

Sin embargo, cada una de sus obras conlleva muchos significados que revelan temas de actualidad. Estas creaciones muestran la vida de una mujer moderna en Asia Central tal como es.

En el “arte desnudo” de Asel Kenzhetaeva, la información esencial está en los detalles. Muy sutilmente, la artista intenta hablar de lo femenino a través de las ideas nacionales. Una vez que prestas atención a los enormes pendientes, abalorios para el cabello y artículos para el hogar que hay alrededor, queda claro que estos objetos añaden peso a la imagen ligera de una mujer. Ésta es la intención de la autora. Como explica la propia Kenzhetaeva: “Por ejemplo, los botones plateados, de mayor volumen: antes servían como elemento decorativo, además de funcional, pero para mí hacen deliberadamente más pesada la imagen de la mujer. Y detrás de su espalda hay adornos representados como pesas. Y estos pequeños corpé (manta tradicional kazaja) también significan que una mujer tiene que hacer algo constantemente y debe algo a alguien en todo momento”.

Uno de los proyectos recientes sobre este tema es la colección La nuera en llamas. El ajuar. Esta serie trata sobre la situación de las mujeres en Kazajstán. Las nueras lucen exquisitos collares y pendientes, lujosas telas, tocados y zapatos elaborados, que, sin embargo, estrangulan y aplastan a la mujer, la atan con pulseras, la sujetan con el peso de botones gigantes, la envuelven y la encierran en un rico ajuar bastante apretado. A pesar de todo, la artista resuelve en sus reflexiones estos problemas con cierto optimismo, claramente expresado en la forma, el color y la decoración. Lo principal en las obras es el deseo de libertad.

Como subraya la propia Asel, sintió plenamente el papel femenino cuando ella misma se convirtió en madre. Así, el primer cuadro con “rostro de mujer” apareció en el tesoro creativo de Kenzhetaeva junto con la aparición de su hijo en su vida.

La imagen de la mujer en Asia Central es principalmente como madre y esposa. En consecuencia, ser artista significa ser creativa en el tiempo libre a partir de tareas cotidianas. Como bromea la propia Asel, toda la creatividad ocurre en la cocina, mientras se prepara la comida y entre otros quehaceres. Esta forma de vida queda perfectamente demostrada por el proverbio kazajo: “La mujer mece la cuna con una mano y el universo con la otra”.

Como prueba de esta idea, la artista no se limita únicamente a los roles mencionados. Graduada por el Departamento de Textiles Artísticos de la Academia de las Artes de Kazajstán, paralelamente a la creación de cuadros, también se realiza como diseñadora de vestuario. Kenzhetaeva toma como base para su inspiración la vestimenta tradicional de Asia Central, el chapán.

El chapán es una prenda de abrigo tradicional de los países centroasiáticos: Kazajistán, Kirguistán Uzbekistán y otros. Es como una túnica larga con mangas amplias que usan tanto hombres como mujeres. Por lo general, está hecho de una tela gruesa como algodón o seda y suele estar decorado con bordados. En el pasado, el chapán simbolizaba el estatus de una persona y también formaba parte de la vestimenta cotidiana y festiva.

Los chapanes de Kenzhetaeva combinan elementos del traje oriental tradicional y un diseño moderno. Su creatividad está inspirada en la cultura de la Gran Ruta de la Seda y la ropa está elaborada con telas raras como el adras de Bujará, famoso por sus vibrantes colores y patrones únicos, y el antiguo suzani (tela bordada a mano, típica de las tribus nómadas de Asia Central) del siglo XIX.

Los chapanes de la artista reflejan las tradiciones de producción textil artesanal de Asia Central. La mezcla cultural, que combina motivos uzbecos, kazajos, chinos y otros orientales, simboliza el intercambio cultural que tuvo lugar a lo largo de la Ruta de la Seda. Kenzhetaeva se inspira en técnicas y materiales antiguos y los reinterpreta a través de tendencias modernas. Por ejemplo, crea los chapanes con elementos del kimono japonés, lo que refleja la influencia de otras culturas asiáticas en la región. El chapán pasa por significantes transformaciones en el proceso creativo. Aparecen nuevos estampados y patrones; incluso el denim se puede utilizar como material, algo que los habitantes de Asia Central ni siquiera sospechaban hace siglos.

Cambiar constantemente sin dejar de ser tú misma. Este es el lema de la artista, que combina diferentes esferas en su trabajo, se inspira en diversas tendencias, pero al mismo tiempo se mantiene fiel a sus raíces y valores.

Las obras de Asel Kenzhetaeva forman parte de colecciones privadas de numerosos de todo el mundo. Para conocer mejor su obra, puede visitarse su perfil de Instagram: @asselkenzhe_art

Elaborado por Mariya Kuznetsova
Centro Universitario Internacional para Europa del Este y Asia Central (CUNEAC)
Universidad de Cádiz

Publicado en Observatorio de Asia Central: https://asiacentral.casaasia.es/los-diversos-rostros-femeninos-de-la-artista-kazaja-asel-kenzhetaeva/